Los fragmentos de los movimientos de concierto que analizaremos en clase.
Y la partitura que faltaba.
Retomamos el proyecto con un nuevo enfoque. Ahora centrado en un público más amplio y en competir con la IA en creatividad. ChatGPT tiene más poder de cálculo y computación, pero no tiene la diversión en el proceso, ni la capacidad creativa de un humano para imaginar cosas nuevas en vez de hacer collages de cosas ya creadas. ¿Quién ganará la guerra? Alíate con el bando humano. ;)
Los fragmentos de los movimientos de concierto que analizaremos en clase.
Y la partitura que faltaba.
El Aria da Capo pertenece a la ópera Amita e Fillide (Londres 1707-1708).
La primera versión está realizada por un conjunto especializado en la interpretación d e música barroca de acuerdo a los criterios de la época. El solita es el contratenor y sopranista Philippe Jaroussky. Como podéis escuchar las repeticiones de la orquesta están ornamentadas, pues desde el renacimiento hasta finales del clasicismo la práctica habitual es no tocar de la misma manera dos veces seguidas para dar expresividad a la música (ornamentación improvisada), costumbre que en el siglo XIX comenzó a perderse y que muchos grandes intérpretes de hoy comienzan a recuperar.
Esta segunda versión es más académica, “profesional” y convencional, a la que le falta algo del espíritu del barroco. No realiza el pizzicato marcado por Händel y el juego tutti-solo lo soluciona sólo con matices. Cantada por la soprano Gillian Fisher pertenece a esa costumbre tan arraigada en el siglo XX de ser demasiado metronómico y “solfístico” (lo único que necesita la música es tocar las notas correctas en el momento correcto?) lo que hace que la segunda parte y las repeticiones se hagan un poco pesadas.